diciembre 18, 2009
Para que estas fiestas, no nos dejen un sabor (o centímetros) sólo de grasa o colesterol.....
El problema de la grasa en la dieta es quizás uno de los que confunde más a las personas. ¿Debe de comer lo menos que se pueda? ¿Más de las grasas “buenas”? La respuesta se encuentra en algún punto intermedio.
Idealmente hay que comer únicamente la cantidad necesaria para darle sabor a los alimentos. Y, entre las grasas que coma, hay que escoger las más saludables. Todas las grasas, independientemente de la fuente, aportan unas 120 calorías por cucharada, así que la mayoría de las personas no pueden (y no deben) comerlas libremente.
Para muchos de nosotros, una de las principales metas de alcanzar y mantener un peso saludable consiste en aprender a comer menos. Parte del problema es que no tenemos una idea realista de lo que constituye una porción. En una era de comidas tamaño jumbo, súper tamaños, all inclusive y rellenos gratuitos, las porciones demasiado generosas de alimentos y bebidas se han convertido en la regla. Adicionalmente, los hábitos en el comer que aprendimos desde una edad temprana —que está bien servirse una segunda vez, que hay que dejar el plato limpio, que una comida siempre termina en postre— pueden ser difíciles de romper. Pero difícil no significa imposible. Usted puede entrenar a su organismo a sentirse saciado con menos, al igual que se ha acostumbrado a necesitar más.
Pruebe estas sugerencias:
•Sirva comidas que ya estén distribuidas en los platos en lugar de colocar fuentes sobre la mesa. Esto lo hará pensar dos veces antes de servirse una segunda porción.
•Trate de usar un plato más pequeño para que parezca que contiene más comida. Coma lentamente y saboree cada mordida. Cuando se come demasiado rápido, el cerebro no recibe la señal de que usted está saciado hasta que es demasiado tarde y ya comió demás.
•Coma primero los alimentos sanos y bajos en calorías. Puede comer mucho de estos alimentos sin consumir demasiadas calorías. Cuando esté en una fiesta acérquese primero a las verduras.
•Al comer concéntrese en su comida y la compañía. Ver la televisión, leer o trabajar mientras come puede distraerle y antes de que lo imagine habrá comido mucho más de lo que deseaba.
•Deje de comer tan pronto como comience a sentirse saciado. No se sienta obligado a “limpiar el plato”.
•Asigne un área de la casa para comer, como la mesa del comedor o la cocina y siéntese a comer.
•Si todavía tiene hambre después de haber terminado lo que tiene en el plato, espere 20 minutos, converse con los otros invitados y entonces, si todavía siente hambre, coma algo bajo en calorías como verduras o fruta fresca.
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